PISTA NÚMERO 4, MURALLA

 

La muralla de Cáceres es una construcción defensiva de la época almohade realizada a finales del siglo XII, aunque en ella se pueden observar la utilización de materiales y elementos defensivos de origen romano, como ocurre en el Arco del Cristo, así como de una fortificación islámica anterior. El hecho de no haberse realizado las suficientes excavaciones y catas arqueológicas debido, sobre todo, al adosado de construcciones a ambos lados, no nos permiten conocer si existen otros restos constructivos de épocas históricas diferentes.

 

La cerca cacereña tiene un perímetro actual de 1174 metros ocupando una superficie total intramuros de más de ocho hectáreas. En su estado definitivo, el recinto debió contar, aproximadamente, con veinte torres exentas o albarranas, de las que se conservan dieciséis en mejor o peor estado. También existía una cantidad indeterminada de cubos, dispuestos intercalados entre las torres albarranas, de los que restan siete en la actualidad.

 

Estructuralmente hablando, casi todos los lienzos están construidos en su parte inferior con mampostería y mortero de cal sobre la cual se levantaría el tapial típico de las construcciones almohades. En cuanto a las torres exentas, se levantan con base de sillares, muchas veces reutilizados, o con zócalo de mampostería y sobre éste una tapia de hormigón calizo. Todas estas construcciones son macizas hasta la cota del adarve del paso albarrano, situándose a ese nivel una cámara abovedada y sobre ésta la terraza para disponer la defensa a través de parapeto y merlones. Los restos de revestimientos originales conservados en esta fortificación son muy fragmentarios y escasos, aunque se han encontrado restos que nos indican que los muros iban recubiertos de fino revoco rojizo.

 

Fue declarada Monumento Histórico-Artístico el 27 de agosto de 1930.