PISTA NÚMERO 24, ERMITA DE SAN ANTONIO Y BARRIO VIEJO JUDÍO

 

En esta localidad, durante los siglos XIII al XV, existieron dos juderías, la denominada Judería Vieja, conocida actualmente como Barrio de San Antonio y la Judería Nueva, creada el año 1478, a espaldas de la Plaza Mayor, con la Sinagoga integrada posteriormente en el Palacio de la Isla.

 

La Judería Vieja está formada por calles angostas con entrantes y salientes, suelo quebrado y callejones ciegos. En este lugar se albergó un considerable núcleo de población hebrea que acudía a Cáceres huyendo de los “progroms” de 1391, o buscando refugiarse del edicto de expulsión. Este fue el caso de muchos judíos cordobeses, sevillanos y gaditanos.

 

Uno de los rasgos más llamativos de la Judería vieja es la exultante presencia de cal blanqueando el irregular urbanismo de este barrio de popular acento, donde la sencillez y la intimidad son clamorosas chocando con la esplendida galanura de los lujosos palacios adornados con los escudos que exaltaban el rancio abolengo cacereño.

 

La conocida como Ermita de San Antonio se construyó en el solar que ocupaba una Sinagoga judía. Tras ser expulsados en 1492 a la llamada Judería Nueva, el edificio religioso pasó a ser propiedad de Alfonso Golfín quien ordenó derribarla para construir en su lugar una ermita. Apoyada en uno de sus lados en la muralla, consta de un pórtico encalado de tres arcos de medio punto, dejando ver la cantería de granito en sus dos ángulos, elemento éste que contrasta con el muro limpio de la construcción solamente adornado con el blanco de la cal en la única ventana que da luz al interior. Se trata de una pequeña ermita de factura muy sencilla, con una planta rectangular de una sola nave y con un retablo en el ábside donde se veneran las imágenes de San Antonio de Padua, San Juan Bautista y la Sagrada Familia. En los años 1993-1994 se llevaron a cabo obras de rehabilitación que le dan su aspecto actual.